Hahnemann
- 1. Principio vital
- 2. Origen de la enfermedad
- 3. ¿Qué es la enfermedad?
- 4. ¿Qué son los síntomas?
- 5. Enfermedades físicas y mentales
- 6. Tratamiento homeopático
- 7. Obstáculos a la curación
1. Principio vital
Parágrafo 10 Organon.
“Sin la fuerza vital el organismo material es incapaz de sentir, de funcionar y de atender a su propia conservación (a) obtiene todas sus sensaciones y cumple todas sus funciones vitales solamente por medio del ser inmaterial (el principio vital) que anima el organismo material en el estado de salud y de enfermedad.”
“(Nota a) Sin la energía vital, el cuerpo está muerto, y desde ese momento sujeto exclusivamente al poder del mundo físico exterior; se descompone y se resuelve en sus constituyentes químicos.”
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En este parágrafo, el vitalismo Hahnemanniano se despliega en toda su amplitud. El concepto de principio vital es el que subyace en toda la comprensión de la enfermedad y de su tratamiento y sin él, no existiría la doctrina homeopática. Es ese mismo principio vital que, puesto en marcha en un sentido curativo, va a ser el responsable de la posibilidad de curar las enfermedades tanto crónicas como agudas.
2. Origen de las enfermedades
Parágrafo 11 Organon.
“Cuando una persona cae enferma, esta energía vital espiritual activa por si misma y presente en todas las partes de su organismo, es la que primeramente es desarreglada por la influencia dinámica de un agente patógeno hostil a la vida.”
Parágrafo 31 Organon.
“Las fuerzas enemigas, tanto psíquicas como físicas, a las que estamos expuestos en nuestra existencia terrestre y que son denominados agentes o noxas patógenas, no poseen el poder incondicional de alterar patológicamente la salud del hombre, sino que nos enfermamos por su influencia cuando nuestro organismo está suficientemente predispuesto y susceptible al ataque de la causa patógena presente, la siente, la sufre y experimenta una alteración o perturbación en sus sensaciones y funciones.
En consecuencia, esas noxas no enferman a todos ni en todo momento.”
Escritos menores. Espíritu de la doctrina homeopática
“… las enfermedades son un estado excepcional en los hombres” (…) “no pueden desarreglar el organismo hasta el punto de sumergirlo en el estado de enfermedad en tanto no exista en él una predisposición especial.”
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En estos textos, Hahnemann describe que para que exista una enfermedad es necesaria una predisposición anterior a las mismas que permite que se produzca el contagio dinámico.
Los gérmenes penetran porque el principio vital está en desequilibrio, la emoción se adueña de la totalidad del hombre porque el principio vital del mismo está alterado y lo posibilita y así en más.
Este concepto de predisposición es lo que determina una de las principales diferencias con la medicina tradicional. La medicina homeopática siempre es una medicina del terreno, aún cuando se trate de un proceso infeccioso, con una causa desencadenante externa comprobable, pues sin esta predisposición, no habría contagio dinámico.
Además como el disturbio del principio vital influenciado por un agente patógeno hostil a la vida es el comienzo de todas las enfermedades del hombre, es preciso actuar sobre el mismo a fin de poder restaurar su dirección adecuada. Este tipo de intervención solo puede ser producido por una energía similar a dicho principio, o sea, un medicamento dinamizado.
Todo otro tipo de intervención material, química o física será sobre alguna de las consecuencias de este disturbio, y no sobre la propia causa.
3. ¿Qué es la enfermedad?
Escritos Menores. Espíritu de la doctrina homeopática
“… la alteración a la que damos el nombre de enfermedad es (…) no un efecto químico, físico o mecánico, sino el resultado de modificaciones en la forma viviente en que el hombre siente y actúa, es decir, un cambio dinámico, una especie de existencia nueva, cuya consecuencia conducirá a un cambio en las propiedades de los principales materiales que constituyen el cuerpo”.
“Comprenderemos sin dificultad que estas alteraciones dinámicas del carácter vital de nuestro organismo, a la que denominamos enfermedades, no son otra cosa que cambios en la manera de sentir y actuar, no pueden expresarse más que por una suma de síntomas, y solamente bajo esta forma pueden llegar a nuestro conocimiento”.
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En este texto encontramos a un Hahnemann totalmente avanzado para su época. Enmarcado en una filosofía vitalista, concibe la enfermedad como un nuevo orden que se expresa a nivel existencial con nuevas formas a las que llamamos síntomas.
Además propone con absoluta claridad que es imprescindible trabajar sobre la totalidad individual de la persona, tomando los cambios materiales orgánicos y los cambios psíquicos que constituyen siempre una unidad indisoluble expresión del disturbio del principio vital.
4. ¿Qué son los síntomas?
Parágrafo 6 Organon.
“En cada caso patológico individual,….no puede percibir más que los cambios en la salud del cuerpo y de la mente que pueden ser captados por los sentidos.”
“Estas perturbaciones, desviaciones, o cambios con respecto del precedente estado de salud del individuo actualmente enfermo, son representados por los síntomas que siente el paciente mismo, que señalan o destacan los que lo rodean y que el médico observa.”
“todos estos indicios perceptibles representan a la enfermedad en toda su extensión, es decir que constituyen en su conjunto, el verdadero y único cuadro de enfermedad.”
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Siguiendo con lo anterior, los síntomas solo son la expresión a nivel existencial de este nuevo orden y de ahí el valor que da a la aparición de sensaciones y sentimientos.
En la entrevista diagnóstica, el médico homeópata dará gran importancia al relato de las sensaciones, sentimientos, y modos de ser del paciente por esta razón. Los mismos conducirán así al diagnóstico del disturbio del principio vital que se expresa a través de los síntomas.
5. Enfermedades físicas y mentales
Parágrafo 210 Organon
“…las que se designan generalmente con el nombre de enfermedades psíquicas y mentales,…no constituyen una clase aparte y separada de las otras, porque no existe ninguna enfermedad llamada somática o corporal donde no se puedan descubrir modificaciones constantes del estado psíquico del enfermo.”
Parágrafo 211 Organon
“Hasta tal punto es así que el estado moral o modo de ser llega a constituirse a menudo, en la selección del remedio homeopático, en el elemento más determinante…”
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De acuerdo a esta concepción, las denominadas enfermedades mentales no implican un grupo especialmente distinto de las otras enfermedades. Simplemente, toda expresión de la alteración del principio vital tendrá síntomas mentales y físicos, predominando en algunos casos unos sobre los otros.
De allí la importancia de la toma de la historia completa del paciente en todos los casos, y muy especialmente en el denominado psiquiátrico, donde podemos encontrar una evolución del disturbio que va comprometiendo cada vez más el aparato psíquico con mayor sufrimiento y gravedad para la persona.
6. Tratamiento homeopático
Parágrafo 214 Organon
“En lo que concierne al tratamiento de las enfermedades psíquicas y mentales,..únicamente pueden curarse de una manera absolutamente idéntica a lo que es útil en otras enfermedades. Esto significa que, en cada caso individual, hace falta oponerle un medicamento que represente, por los síntomas que provoca… una potencia… tan semejante como sea posible.”
Parágrafo 225 Organon
“Existen también algunas afecciones psíquicas que derivan principalmente de causas emocionales, de choques emotivos…”
Parágrafo 226 Organon
“Es solo en los trastornos psíquicos así originados y mantenidos por la mente misma donde, mientras estas afecciones son aún recientes y no han alterado demasiado el estado somático, puede utilizarse medios psíquicos.”
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Esto significa que en cada caso individual corresponde oponerle un medicamento homeopático de acuerdo a los síntomas que presente. Esta terapéutica no excluye la necesidad de trabajar en psicoterapia con el fin de remover obstáculos a la acción de la medicación.
7. Obstáculos de la curación
Parágrafo 252 Organon
…si…se comprobara en una enfermedad crónica que el remedio homeopático mejor elegido, dado a la dosis conveniente (la más pequeña), no consigue una mejoría, esto será un indicio seguro de que existe una causa ocasional manteniendo todavía la enfermedad, y que hay, en el género de vida del enfermo o en su medio ambiente, alguna circunstancia que se debe comenzar por apartar, si queremos convertir la curación en permanente.
Párrafo 198 Enfermedades Crónicas
“… Un pesar o un enojo ininterrumpidos no tardan en exaltar el síntoma más pequeño.
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Dijimos antes, que dar el medicamento homeopático no excluye a otro tipo de intervenciones terapéuticas necesarias para remover obstáculos.
Muchas veces es útil trabajar con psicoterapia cuando estamos frente a un núcleo familiar disfuncional, o distintas situaciones vitales que actúan como tóxicos para la vida del paciente, con peor efecto cuanto más susceptible sea el mismo a ellas.
De allí la necesidad de tratamientos conjuntos con encuadres muy individualizados y adecuados a cada situación, que aseguren poder mantener los resultados de la medicación y el curso del proceso de curación.